Contenido de Industria alimentaria en espana
Alimentos y vinos de España en el Summer Fancy Food Show 2019
A pesar de su tendencia secular a la terciarización, el sector agroalimentario es un pilar fundamental para la economía española. Aunque los sectores primarios han ido perdiendo cuota1, la industria alimentaria, encargada de producir alimentos elaborados de mayor valor añadido, ha mantenido su aportación en torno al 3,0% del VAB total y se ha consolidado como la primera rama industrial: aportando el 22,3% del VAB de la industria manufacturera en 2014 y empleando a 430.400 personas. También es destacable el hecho de que el número de personas empleadas por esta rama no ha caído tanto como en otros sectores (véase el primer gráfico).
Uno de los soportes de este buen comportamiento del sector agroalimentario es el continuo aumento de las exportaciones. Con un crecimiento medio del 6,5% en los últimos 10 años, superior al 5,1% alcanzado por el resto de sectores, alcanzó los 40.500 millones de euros en 2015 (el 16,2% del total de bienes exportados), una cifra que se equipara a los 42.600 millones registrados por la industria del automóvil. La internacionalización de las empresas de este sector ha sido espectacular: 17.375 empresas exportaron alimentos al resto del mundo en 2015, casi duplicando la cifra registrada en 2000 de 10.000 empresas y, a diferencia de la estabilización observada en el número total de empresas exportadoras en los dos últimos años, esta industria ha continuado su tendencia al alza (véase el segundo gráfico).
El alma de la alimentación española: las conservas de España
La agroalimentación es el principal sector de la industria española. El sector tiene un fuerte arraigo en España, genera empleo estable y está muy abierto a otros mercados. También suele tener una estructura empresarial muy fragmentada, dominada por pequeñas empresas y unas pocas grandes compañías que son menos productivas que sus homólogas europeas. Aumentar el tamaño de las empresas y potenciar la productividad de las más grandes mediante la inversión en I+D y la adopción de nuevas tecnologías contribuiría a mejorar la competitividad de una industria clave para la economía y la sociedad en su conjunto.
La industria agroalimentaria1 contribuye de forma considerable a la actividad económica, como demuestran los principales datos del sector: aporta el 2,9% del valor añadido bruto (VAB) del conjunto de la economía y el 20,3% del VAB de la industria manufacturera, lo que la convierte en el primer sector industrial de la economía española. España ocupa el cuarto lugar entre los países que más contribuyen a la producción de alimentos y bebidas a nivel europeo (10,5% del VAB de la industria alimentaria de la UE), después de Alemania, Francia y el Reino Unido, por encima de países como Italia y los Países Bajos2.
¿Cómo se está transformando el sector de las proteínas alternativas en España?
España es la cuarta potencia agroalimentaria de Europa y la décima del mundo. Debido a la calidad de sus productos y a su amplia gama de artículos, la industria agroalimentaria española está muy bien considerada a nivel internacional.
Durante la pandemia, la industria alimentaria española demostró su capacidad de resistencia y mantuvo un suministro continuo tanto dentro como fuera del país. Sus eficientes sistemas logísticos y de infraestructuras evitaron la ruptura de las cadenas de suministro, e incluso aumentaron las exportaciones.
El dinamismo de las exportaciones agroalimentarias españolas, que muestran doce años continuos de superávit y representan casi el 20% del total de las exportaciones del país, han convertido a la industria en el cuarto exportador europeo y el séptimo mundial de estos productos.
En el caso de España, el vínculo alimentación/turismo/cultura garantiza un alto nivel de consumo y promueve la marca país, donde los productos agroalimentarios se han convertido en una parte esencial de la cultura y las tradiciones del país.
Junto a esta tradición, el sector está experimentando una transformación disruptiva y decisiva hacia la digitalización y la sostenibilidad para afrontar los nuevos retos en forma de cambio climático y la adaptación a las nuevas tendencias de consumo. Los centros tecnológicos españoles son líderes mundiales en áreas específicas que van desde el desarrollo de nuevos ingredientes hasta nuevas fuentes de proteínas de alta calidad, pasando por la mejora de las propiedades nutricionales y la agricultura de precisión. En los últimos años, España se ha convertido en una de las pocas naciones “foodtech”, desarrollando un ecosistema emprendedor en toda la cadena de valor agroalimentaria.
El sector vinícola español, preocupado por la subida de precios
España es uno de los países más afectados por el coronavirus, que ha tenido un importante impacto en la restauración y el turismo, dos ámbitos que suponen una parte importante de la economía nacional. Estas han sido las salidas más significativas en España:
La hostelería es especialmente importante en el sur de Europa, ya que la industria de servicios alimentarios del sur de Europa depende del turismo internacional. De hecho, los cinco países más grandes del sur de Europa se encuentran entre los 15 países más visitados del mundo, lo que significa que la supervivencia de las empresas HORECA depende de la recuperación del turismo.
El consorcio Phenoils y la EPS en particular buscan una almazara industrial italiana para realizar un ensayo industrial durante la temporada 2022-2023 a escala industrial para probar ultrasonidos y ultrasonidos combinados con electricidad pulsada…